Las mesitas a la noche están sobrestimadas. Si tienes poco espacio, te va a ser más útil una cómoda o bien un pequeño escritorio o bien tocador. Aun una silla que te puedas llevar al comedor cuando tengas más convidados.
Mejor sobre patas. Los muebles que llegan al suelo son más pesados y ocupan visualmente más espacio. Los muebles sobre patas, dejan ver el suelo a través de ellos y eso hace que las estancias parezcan más grandes.
Lo alámbrico es tu aliado. Lámparas, sillas, sillones, estanterías… todo cuanto deje ver “a través” es idóneo para no sobrecargar el espacio.
Apuesta por muebles que puedas utilizar de múltiples formas. En eso los reyes son los taburetes: asientos, mesas socorrieres, peanas para plantas, mesitas de noche… sirven para todo. Asimismo son realmente útiles los espéculos-guardarropa y los radiadores-toallero en los baños.
Cambia el chip. Un salón no tiene por qué razón tener mesa de centro, quizá unos taburetes hagan esa función ocupando menos espacio. Y lo mismo con las mesas auxiliares; una estantería de poco fondo te puede hacer considerablemente más servicio al lado del sofá que una mesa usual.
Aprovecha el corredor. Unas estanterías de fondo reducido colgadas en la pared te servirán para transformarlo en una estupenda biblioteca. Liberarás el salón del estruendos que provocan los libros y parecerá mucho mayor.
Evita los complementos innecesarios. Limítate a unas cortinas o bien estores blancos y pone alfombras solo si las precisas.
Aprovecha la pared: la luz de las lámparas de pie y de sobremesa es fantástica, mas de forma frecuente ocupan mucho espacio útil. Los focos de pared te asistirán a liberar las mesitas en el dormitorio y a ganar espacio en el estar sin abandonar al espacio y a una buena iluminación entorno. Del mimo modo son útiles las estanterías (como te explicamos más arriba) y los percheros de pared.
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