En estos meses pasados se ha recomendado a 14 municipios catalanes que tomen ciertas actuaciones para garantizar el descanso de la población y las molestias que se provocan por el sonar de las campanas.
El encargado de mediar en este conflicto ha sido Rafael Ribó, quien se ha dirigido a cada casa consistorial para presentar las especificaciones de cada caso en cuestión tras la previa investigación de las quejas vecinales.
Todos sabemos que el sonar de las campanas de las iglesias es una tradición con mucho arraigo en nuestro país, llegado más lejos incluso que las prácticas religiosas. Pero no es una excepción o un asunto que quede fuera del cumplimiento de la normativa de la protección contra la contaminación acústica.
Gracias a esta argumentación el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dado por válida la queja por lo que se dejará de hacer sonar las campanas en horario nocturno en Falset, Barcelona, Palafolls, Montesquiu, Garidells, Rabós, El Papiol, Torroella de Fluvià, Sant Just Desvern, Tordera, Sant Esteve Sesrovires, Arenys de Mar, Castellfollit de Riubregós, y Olesa de Bonesvalls.
En base a esta noticia, en Garidells, población de Tarragona, se ha dejado de poner la grabación que fingía el sonar de las campanas durante la noche.
Otras localidades en cambio, han modificado o suprimido cuartos y repiques o modulado su intensidad.
El Síndic considera que «lo primero que hay que hacer es objetivar las molestias y medir el impacto acústico desde las viviendas afectadas, tanto en horario diurno como nocturno, para tener un conocimiento real del valor de la intensidad sonora».
No hay comentarios:
Publicar un comentario