Si hablamos de contaminación nuestra mente tiende a pensar
en los problemas derivados del agua o del aire, pero hoy en día hay que poner
sobre la palestra a la contaminación acústica.
No es ni más ni menos que la cantidad de ruido que acontece
en un cierto lugar, como puede ser una vivienda o en la misma ciudad. La
Organización Mundial de la Salud ha establecido como tope de decibelios a los
que debemos estar expuestos en nuestra vida cotidiana en 50 db.
La contaminación acústica es objeto de diversos riesgos para
la salud, siendo el oído el principal damnificado de los elevados niveles de
ruido. Pudiendo afectar tanto de forma auditiva como puede ser la perforación
del tímpano como perturbar el comportamiento diario y el sueño.
Vamos a profundizar un poco en este último caso, los cambios
de conducta a causa de situaciones de estrés provocadas por la contaminación
acústica. Cuando nos encontramos en un atasco de tráfico es ciertas ocasiones podemos
volvernos agresivos e irritables, cuando estos sucesos ocurren con asiduidad
comienzan a formar parte de nuestra forma de ser lo que conlleva que acaben
apareciendo incluso es situaciones de tranquilidad. Caben destacar también las
siguientes patologías: depresión, histeria, aislamiento social, ansiedad o
neurosis.
El sueño es otro de los más afectados si sufrimos abusos de
ruido en nuestro entorno, alterando el tiempo que nuestro cuerpo se encuentra
en sueño profundo y provocando insomnio. No dormir el número de horas adecuado
nos aflige en la concentración para la realización de actividades como pueden
ser resolución de problemas, la memoria o los recuerdos, descansar bien es
clave en nuestra vida.
Se han llegado a realizar estudios en niños que padecen un
mayor grado de contaminación acústica por culpa de la proximidad de su centro
escolar al tráfico de la cuidad, dando como resultado un aumento sobre la media
en déficit de atención e hiperactividad.
El exceso de ruido es mucho más perjudicial de los que nos
podemos imaginar, el volumen del televisor, la música a todo volumen… HAY QUE
EVITARLO
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